¿QUIENES SOMOS?

Hace mas de 2 000 años, a unos ciento veinte millas al norte de Jerusalén, cerca del pie del monte Hermón, Jesús les hizo una promesa a sus discípulos, diciendo: “y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificare mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Menos de cinco años después, esta iglesia que El prometió, era un organismo creciente y floreciente que iba a tener impacto en el mundo para siempre. 

¿Qué edifico Cristo? No era un edificio, ni una asociación política, ni un club social. Era, y es, Su cuerpo, Su familia, y Su reino. El propósito principal de su progenie fue contar el antiguo cuento de un salvador y se Su amor para con sus seguidores. 

Aunque el ser miembro en esta iglesia es para hombres y mujeres de todas las nacionalidades, hay condiciones que todos deben cumplir. Estas incluyen: (1) La fe en Jesucristo (Juan 8:24), (2) el arrepentimiento de todos los pecados (Hechos 17.30), (3) confesar el precioso nombre de Jesús (Mateo 10.32), (4) ser bautizado por la autoridad de Cristo y para la remisión de los pecados (Hechos 2:38), no como una formula sino como una obediencia a la voluntad de Dios. 

La adoración de la iglesia del Señor consiste en la oración (I tesalonicenses 5:17), cantar himnos y cánticos (Efesios 5:19), la comunión (Hechos 20:7), el ofrendar (I Corintios 16:1-2), y el estudio de la Palabra (II Timoteo 2:15). Este culto se caracteriza por su simplicidad. 

El compromiso de esta familia es dar gloria y honor al nombre del Padre celestial viviendo de una manera que le agrada a El. Cristo afirmo su deseo de agradar al Padre cuando dijo: “...porque yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29). Cristo es el modelo de los cristianos de todas las épocas, por lo tanto El debe ser nuestro ejemplo en todas las áreas de la vida.